La vacuna consigue frenar el virus en un grupo de 5 personas
Cinco pacientes de Barcelona sometidos a una terapia experimental contra el VIH han respondido con éxito al tratamiento. La vacuna no erradica el VIH del cuerpo pero impide la propagación por el organismo. Las consecuencias de este descubrimiento son alentadoras. La más importante es que los portadores van a poder prescindir de los fármacos que deben tomar cada día para mantener el virus a raya. Un paciente de VIH toma, como mínimo, una pastilla diaria para impedir que el virus se replique y cause daños irreparables en el sistema inmunitario. Los avances científicos en este campo habían conseguido hasta ahora obligar al virus a permanecer “escondido” y evitar la propagación a otras células, pero a cambio los pacientes deben medicarse de por vida. La cronificación de la enfermedad es el mayor avance contra el VIH desde que se descubrió en los años ochenta del pasado siglo.
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