¿El PP nunca ha tenido ningún problema con los homosexuales?
La pasada semana, Javier Maroto, declaró en la Cadena Ser que el PP no tenía ningún problema con los homosexuales. Sí, es en serio. Después de recurrir el matrimonio gay al Tribunal Constitucional (y cagarla), después de las declaraciones homófobas de medio Partido y de las manifestaciones en las que participaron con gran entusiasmo junto a la Iglesia y grupos ultras de todo pelaje, ahora resulta que el PP no tiene ningún problema con los homosexuales. ¿Sufren los dirigentes del PP de algún tipo de trastorno bipolar? Es posible. Por lo pronto, ser gay y del PP podría catalogarse como una enfermedad rara. Hay mujeres machistas, negros racistas, judíos antisemitas, y muchas otras contradicciones intrínsecas al ser humano que nos hacen completamente incoherentes. En realidad no hablamos de coherencia ideológica. Ser homosexual y de derechas es perfectamente coherente. La incoherencia es apoyar, alentar, defender, e incluso votar a quienes parecen incapaces de distinguir la diferencia entre apoyo y represión, entre respetar o injuriar o entre igualdad o diferencia, siendo homosexuales.
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