Los peluqueros que alquilaron un vientre para tener un hijo se enfrentan a una pena de entre 1 y 5 años de cárcel
Una pareja de homosexuales residentes en Vicar, en la provincia de Almería, han sido puestos en libertad con cargos, acusados de un delito contra las relaciones familiares. La pareja, ambos peluqueros, contactaron con una mujer con la que acordaron la fecundación in vitro y la posterior venta del bebé, que se produjo a los tres días del nacimiento de la criatura, a cambio de 10.000 euros. La fecundación se produjo en una clínica de Málaga con el semen de uno de hombres. Esta actividad, conocida popularmente como vientre de alquiler, está prohibida en España. Ahora madre y padres se enfrentan a una pena de entre 1 y 5 años de prisión.[="5160"]
[="3269"]
El juzgado de instrucción número 3 de los Arcos de la Frontera, en Cádiz, ha dictado la libertad con cargos de este triángulo familiar que venía siendo investigado desde hace meses por parte de la Guardia Civil que habría recibido una denuncia por parte de personas allegadas a la gestante.
La prohibición de la gestación por sustitución está prohibida en España tanto en el Código Civil, que deja sin efecto el contrato firmado por las partes con o sin precio, y es nulo de pleno derecho. Y también se castiga en el Código penal. Sin embargo como en tantas otras cuestiones la ley no es igual para quienes pueden optar por buscar una madre gestante en un país donde sí esta permitida la gestación por sustitución. Uno de los países donde esta práctica es posible son los Estados Unidos. Esa posibilidad ha sido elegida por decenas de parejas que pueden permitirse un desembolso mucho mas gravoso que en España. El coste de un contrato de estas características puede alcanzar en el extranjero los 30.000 euros además de los gastos del viaje para recoger el encargo.
Multitud de parejas, famosos y no tan famosos, recurren habitualmente al alquiler de vientres en el extranjero. Una búsqueda en Google por ejemplo facilita decenas de búsquedas de clínicas que ofrecen servicios de intermediación con mujeres interesadas en alquilar su vientre. La paradoja es que las parejas que fecundan a su hijo en el extranjero, sólo tienen que someter al menor a una prueba de paternidad para que sean aceptados como tales, sin ningún impedimento administrativo para ser inscritos como hijos naturales.
Deja una respuesta
Otros artículos de Gayer