Un Juez no aprecia delito en la agresión a una pareja gay en Córdoba
Una vez mas la justicia deja en evidencia la protección que determinados colectivos tienen por su especial vulnerabilidad. Un Juez ha dejado en libertad a un individuo que agredió e insultó a dos gays en plena calle. Esta vez los hechos han tenido lugar en Córdoba. Una pareja, que caminaba como cualquier otra por el centro de la ciudad andaluza, fue increpada por un individuo que no contento con los insultos, golpeó a uno de los chicos hasta derribarlo. La policía identificó con rapidez al agresor que fue detenido pocas horas después y puesto a disposición judicial acusado de un delito de odio.[="3269"]
El interrogatorio en sede judicial tuvo como consecuencia que el Juez no apreciase en el testimonio del agresor ni en el atestado policial la calificación de los hechos como constitutivos de un delito de odio sino que consideró que se trataba de una falta. La calificación jurídica de los hechos es una cuestión técnica que solo es competencia de un Juez. Sin embargo el atestado policial apunta en sentido contrario ya que manifiesta que hubo insultos homófobos, que hubo una agresión física y que la violencia fue uniliteral, es decir no hubo respuesta por parte de los agredidos.[="4735"]
Con estos argumentos en la mano cuesta entender cual es la protección penal que los Jueces dispensan a las víctimas de las agresiones homófobas. Hoy el agresor de esta pareja tendrá la misma sensación que cualquiera que lea éstas líneas: pegar e insultar a dos personas en plena calle sale gratis. No es la primera vez que estas agresiones no tienen consecuencia penal. En Madrid la justicia tampoco ha castigado conductas similares como agresión sufrida por estos dos chicos.
La proliferación de agresiones a personas por razón de su identidad sexual es un problema al que los gays, lesbianas, transexuales o bisexuales nos enfrentamos a diario. Hasta que no haya una modificación del Código penal que castigue con mayor contundencia las agresiones o las vejaciones, los agresores se sentirán libres para ejercer esta violencia gratuita que deja desamparadas a las víctimas.
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