
Tomillero Benavante es el primer árbitro gay fuera del armario en España
Tiene 21 años. El arbitraje es su pasión y hace algunos meses decidió que tenía que vivir su sexualidad con la misma normalidad que cualquier otro chico de su edad. Una decisión que le está costando insultos, agresiones y acoso en los campos de fútbol ante la pasividad de los responsables de la Federación Andaluza de Fútbol.

Jesús Tomillero lleva arbitrando 10 años. Ha pasado por todas las categorías inferiores y ahora arbitra en la liga andaluza senior. El último partido que ha dirigido, el 26 de marzo, enfrentó a dos equipos cadetes en la Línea de la Concepción, en Cadiz. Un partido que tenía que haberse desarrollado con normalidad pero que le colocó en una situación insostenible.
Un utillero (persona encargada de cuidar los equipajes de los futbolistas -botas, medias, etc) mantuvo con Tomillero Benavente un enfrentamiento dialéctico que terminó con una agresión verbal intolerable. El utillero le amenazó y le insultó con ésta frase: “eres un comepollas y te gusta que te partan el culo, maricón”. Tomillero acudió a pedir ayuda al Delegado de campo para que avisara a la policía, y la respuesta de éste fue aun mas sorprendente. Se negó a llamar a la policía alegando que “te encanta meterte en líos”.
Era el minuto 45 del partido. Nadie hizo nada y el encuentro continuó con los insultos del utillero y las vejaciones de otras personas que provocaron que Jesús se refugiase en el vestuario. Cuando se encontraba recogiendo sus pertenencias fue increpado desde el exterior por chicos de 15 años que le arrojaron piedras.

Jesús llegó a su casa destrozado y decidió contar su historia en su página de Facebook. Desde ese día decenas de medios se han echo eco de esta historia que es una de las muchas que se viven en uno de los deportes donde la homofobia es tolerada sin tapujos.
Jesús es el primer árbitro en España que ha dado un paso al frente para defender su sexualidad, en este deporte, aunque los campos de futbol estén llenos de odio y racismo. Y sin que las federaciones de fútbol, en este caso la andaluza, atajen de inmediato conductas que atentan contra la dignidad de las personas.
Hace algunas semanas os hablamos aquí de Nigel Owens, un árbitro inglés que este año ha pitado la final del mundial de Rugby, entre Nueva Zelanda y Australia, abiertamente gay, y con la suficiente personalidad como para imponerse en el campo. Eso sí, un árbitro que cuenta con el apoyo de las instituciones y al que no han dejado solo en sus momentos difíciles.
En España es habitual escuchar en los partidos de fútbol de las categorías inferiores, a padres de niños pequeños que juegan en equipos infantiles gritar como energúmenos, toda clase de insultos, amenazas y coacciones a los árbitros o incluso a sus propios hijos. Nadie en los campos hace nada por evitarlo. Y las consecuencias son evidentes. A Jesús es sin embargo optimista de cara al futuro.
Nos hemos puesto en contacto con él. Y tenemos un mensaje que quiere trasladar a otros árbitros en su misma situación:
“A pesar de que estoy recibiendo amenazas para que deje de realizar declaraciones, a los Medios que me están llamando estos días, quiero dejar claro que no me voy a asustar. Quiero animar a todos los árbitros en mi situación que se sientan seguros de sí mismos que den un paso al frente y defiendan su identidad sexual porque no tienen nada de lo que avergonzarse”.
Ahí queda dicho.
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